martes, 18 de noviembre de 2008

Receta para tiempos difíciles: pan con aceite

Pues ahora que las cosas estan tan malas y parece que van a ir a peor, os proponemos una delicia culinaria con reminiscencias tradicionales y bastante barato: el pan con aceite.
Para la realización de este plato, necesitaremos los siguientes ingredientes:

-pan. A ser posible de medio kilo o, si hubiera suerte, de 1 kilogramo o 2. Sirve el de molde, siempre que no esté enmohecido. En ese caso le daremos unos golpecitos con el dorso de la mano con la intención de quitar el moho y poder continuar con la receta.
-aceite. Los que conserven un "status" social-económico alto quizá deseen decantarse por el uso de aceite de oliva, puro oro líquido. Los demás podremos usar aceite de girasol en su defecto.
-sal (opcional). Por ahora es de lo más barato...

Procedimiento a seguir:

Intentaremos cortar el pan a rodajas. Digo intentaremos, porque dependerá de si todavía tenemos en nuestro poder el cuchillo del pan o si ya lo hemos empeñado. En este caso podremos usar cualquier otro cuchillo, aunque se recomienda hacer acopio de paciencia si sólo hemos tenido la idea poco acertada de desprendernos de todos los cuchillos menos los de postre por aquello del valor sentimental. Debemos advertir que la partición del pan debería hacerse en rebanadas poco gruesas, puesto que así nos puede llegar a quedar algo más de pan para la próxima vez que deseemos degustar este delicioso plato. Los avispados ya habrán pensado en la posibilidad de cortar el pan encima de una servilleta o hule para no perder las migas: no hay que desaprovechar esta valiosa fuente de carbohidratos, es cierto, pero deberemos tener cuidado de no cortar la servilleta: ¿quién sabe cuándo podremos comprar otra?
Llega ahora el turno del aceite. Los que tengan alcuza (la mal dicha "aceitera") o "setrill" (en catalán... que nó "sitrell", que es la tinaja donde se guardaba el aceite... ¡qué tiempos!) gozarán de una mejor distribución del preciado líquido dorado sobre la rodaja recién cortada, así como un mayor ahorro en su consumo. Su aplicación se realizará manteniendo la alcuza un palmo por encima de la rebanada, aproximadamente, inclinando ligeramente la parte del pitorrillo y realizando un ágil meneo de muñeca, a ser posible circular, para repartir la menor cantidad posible de aceite por todo el pan.
Los que no dispongan de alcuza deberían renunciar a aplicar el aceite directamente de la botella, puesto que una mala dosificación podría llevarse por delante las dosis de semanas enteras, arruinando nuestro bolsillo y la receta. Sería conveniente, pues, el uso de alguna cuchara o usando el dedo para proporcionar las gotas justas y necesarias.
Finalmente, si hay sal disponible le pondremos una pizca para realzar el exquisito sabor de este manjar. En situaciones de extrema carestía, es posible que hayamos tenido que renunciar a alguno de los ingredientes de la receta; si es el casao del aceite y del pan, no recomendamos la ingesta única de sal, siendo más saludable y económico el ayuno hasta que encontremos algun otro ingrediente.

Receta opcional para derrochadores: "pa amb tomata". Esta famosa receta de la gastronomía catalana intercala entre el rebanado del pan y la aplicación de aceite un buen restregado de tomate por la superfície superior de la rebanada. Siendo esta la receta óptima, desaconsejamos su uso por el gran riesgo que podría representar para la débil economía doméstica, que podría quedar desequilibrada durante una larga temporada debido al altísimo coste de las materias primeras, en especial el tomate y, aún más, de la variedad de "tomata de penjar" o tomate de colgar, óptimo para el restregado.


Esperamos que la receta sea de vuestro agrado. Realizad bocados pequeños. No mastiqueis muyi rápido y así os cundirá más.